Los 20 millones de dólares de herencia que había recibido la senora Williwaw, no la cambiaron para nada. Tal vez se puso un poco más derrochadora.

Construyó una bella casa, amuebló con gusto 27 habitaciones (tantos apartamentos tenía la casa), se ocupaba de la música y las adivinanzas.

Decidió organizar una fiesta de cumpleanos que sería el sábado. Los invitados llegaron ya el viernes. Cada uno trajo un pequeno regalo. Entre ellos había un broche con diamantes grandes, un cenicero muy valioso, un hilo de perlas, una pulsera, una bata china etc.

Una joven sobrina, Delia, que también era una aficionada de las adivinanzas, le trajo a su tía una colección de una revista de entretenimiento y la suscribió a ésta por todo el ano.

El viernes por la noche todos los invitados pusieron los regalos en la mesa del comedor, para que la anfitriona pudiera verlos el sábado por la manana.

Infortunadamente, durante la noche, alguien entro al comedor y se robó todos los regalos. Incluso la colección de la revista de entretenimiento. ¿Cómo pudo pasar?

Los invitados, que no sospechaban nada, encontraron a la senora Williwaw sollozando. La ilusión se desvaneció y el ambiente se volvió muy pesado.

Cada uno se preguntaba quién pudo haberse robado los regalos. La habitación parecía una colmena.

De repente, Delia habló:

- Quería tía, busquemos al culpable entre las personas que no simpatizan contigo. ¿Sabes de alguien así?

- Sólo el primo Bob, que siempre trata de hacerme enojar, como si quisiera vengarse de que no ha recibido nada de la herencia.

!Ja! Ahí está la clave - pensó Delia.

- Bob, ¿dónde estuviste anoche? - preguntó.

- Estuve durmiendo - contestó - me sentía cansado, así que me acosté un poco antes de las 9. Dormí como un muerto. Me he despertado hace un momento, porque el despertados estaba sonando como loco.

Delia habló a las personas que estaban ahí:

- El asunto es fácil, estimados invitados. Cuando sonó el despertados eran las diez y media. !Bob, devuelve todos los regalos ya! ¿Cómo te atreviste a hacer algo semejante?

Pregunta: ¿Cómo descubrió Delia al ladrón? La respuesta es, de verdad, muy fácil.

Si acostándose a las 9 se pone el despertador para las 10:30, éste no va a sonar en trece horas y media, sino en una hora y media. Por la manana ya no va a sonar. Bob mintió, y la lista Delia se dio cuenta muy rápido de que algo no cuadraba en esa historia.