Este truco requiere, excepto su conocimiento, una cierta destreza. Ahora bien, es necesario practicarlo antes del espectáculo.

El mago agarra con una mano dos cuerdas separadas que tienen la misma longitud, teniéndolas en la mitad de su longitud en la mano abierta. El mago da vuelta hacia la mesa que está detrás de él y coge las llaves que están puestas en ella.

Les da a los espectadores dos puntas de los bramantes y una llave a cada uno y pide que pasen las puntas de los bramantes por la abertura en la llave y, después, aten las cuatro puntas en un nudo (dibujo 1).

El mago acerca las llaves a los puños apretados en la cuerda y, teniendo todo el tiempo las dos cuerdas en la mitad de su longitud, cubre el puño del pañuelo y, tras un momento, muestra las llaves que, de una manera misteriosa, ha quitado de las cuerdas. Los espectadores pueden ver si los bramantes están tarados o no.


Explicación:
Al empezar el truco, el mago muestra la mano abierta en la que tiene dos bramantes en posición paralela, pero cuando da vuelta para alzar las llaves cambia la posición de los bramantes para que cada de ellos esté por lado opuesto de la mano (dibujo 2) y aprieta el puño. Ahora todo ya está claro.