El mago tiene en la mano un fragmento del bramante (de unos 70 cm) y se lo da a los espectadores para que lo vean. Coge de la mesa un vaso que también muestra a los espectadores con el fin de que lo vean, y mete en él una cucharita sacada de su bolsillo. El mago agarra el vaso con los dedos de la mano izquierda y lo pone en el bramante que está desplegado holgadamente entre sus dedos. Al principio el vaso está vacilando como si estuviera en el punto de caerse, no obstante, tras un momento se mantiene firme: como en una tabla. El mago tensiona un poco la cuerda y, levantando las manos, provoca que el vaso se mueve de un lado a otro, anda como si fuera un acróbata. En el momento en el que el vaso se encuentra en la mitad, el mago suelta la cuerda un poco y empieza a balancearla… El vaso se ladea, pero ¡no se cae!


Al final el mago con una fuerte tensión del bramante echa el vaso al aire y, soltando de la mano la punta derecha de la cuerda, coge el vaso y la cucharita con la mano derecha. Guarda la cucharita en su bolsillo, en cambio, el vaso lo muestra a los espectadores para que se convengan que en el fondo no hay ningún tipo de materia que podría atar o sujetar el vaso a la cuerda.

Explicación:
El misterio del mantenimiento del equilibrio del vaso que está en un suelo tan inseguro como es una cuerda fina, es... la cucharita.

La cucharita está pegada con un hilo negro (puede ser también con una vena o el pelo de caballo) de alrededor 30 cm cuyo punta está pegada al bolsillo interior de la chaqueta del mago.

Lo más difícil es la colocación del vaso en la bramante: este fragmento de la obra hay que repetir unas cuantas veces.

El orden de las actividades de la presentación de la obra es el siguiente: cuando los espectadores ya vean la cuerda y el vaso agarramos el vaso con el pulgar y el dedo índice de la mano izquierda, la punta de la cuerda la agarramos con el resto de los dedos. Sacamos del bolsillo la cucharita y la metemos en el vaso. Con la mano derecha cogemos la cuerda justo al lado del vaso, colocamos el vaso en un corto fragmento de la cuerda, enderezando al mismo tiempo los brazos así, que el hilo se pueda tensionar. Luego, suavemente pasamos la mano derecha a la derecha, soltando gradualmente la cuerda. Cuando las dos manos están a distancia de 50 cm, levantamos un poco la mano izquierda para que el vaso se mueva a la mitad del bramante.

Ahora podemos empezar a hacer diferentes trucos: balancear la cuerda, tensionar y aflojar la cuerda, mover el vaso de la derecha a la izquierda.

Sin embargo, hay que recordar que no se puede dejar que el vaso se asome hacia nosotros. El vaso tiene que estar siempre inclinado hacia delante (mira el dibujo).

Atención: el color de la vena o hilo tiene que ser el mismo que el color de la chaqueta del mago, ahora bien si el mago tiene una chaqueta negra, el hilo también tiene que ser negro. Se trata, desde luego, de esconder el hilo.